El primero de febrero entró en vigencia la Ley de Emisión de Activos Digitales, con el objeto de establecer un medio de supervisión para la emisión de los criptoactivos, así como para regular su actividad, quienes participan en ellas y los proveedores de estos servicios. 

La ley contempla la creación de la Comisión Nacional de Activos Digitales la cual será la encargada de la aplicación de las normativas descritas en la Ley, sus reglamentos y demás reglas de ofertas públicas de activos digitales.

El artículo 5 de la ley, nos muestra una serie de definiciones relacionadas a los activos digitales. En  el literal d)  del mencionado artículo se plantea una definición de “contrato inteligente”  estableciéndose que se deberá entender como tal a “un programa informático, el cual utiliza la tecnología de registro distribuido o una similar o una análoga, y que se implementa cuando ciertas condiciones predeterminadas se cumplen; y se utiliza típicamente para automatizar la ejecución de un acuerdo para que todos los participantes puedan tener certeza del resultado, sin la necesidad de un intermediario. Según acuerdo entre las partes, dichos programas pueden ser autoejecutables, ejecutados judicialmente o ejecutarse de manera combinada”; lo que nos hace preguntar: el contrato inteligente ¿es un programa informático?, ¿Cómo funciona?

Para abordar esta temática iniciaremos con el contexto en el que surge el contrato inteligente o mejor conocido en inglés como “Smart Contract” el cual nace de la creación del Bitcoin y la blockchain (cadena de bloques) en el año 2009, que se centra en excluir a los mediadores para facilitar los procesos y reducir los costos. Los contratos inteligentes son las instrucciones almacenadas en una blockchain, en los cuales, se pueden realizar, de manera automática y sistemática, acciones que se encuentran relacionadas en una variedad de medidas que ya se encuentran previamente programadas, es así que el contrato inteligente garantiza la simplicidad de los procesos, de manera transparente y segura.

Los smart contracts son capaces de realizarse por sí mismos, sin intervención de terceros, estos se encuentran conformados por códigos informáticos (scripts) que no se pueden modificar o alterar debido a la seguridad y complejidad de la tecnología blockchain.

Pueden ser creados y manejados por personas naturales o jurídicas, a su vez, a través programas que funcionan de manera autónoma, no necesita de intervención de las autoridades para tener validez, estos se encuentran repartidos por diversos sistemas de almacenamiento, ordenadores, haciendo difícil el control centralizado y evitando otros aspectos que sí se encuentran en los contratos convencionales. 

¿Cuál es la situación de los contratos inteligentes con el Bitcoin? 

El Bitcoin es un ecosistema dinámico, que crece y decrece de manera constante y donde la aplicación de los contratos inteligentes se encuentra muy presente con la implementación de los monederos multifirmas, en donde las partes, participes del contrato liberan determinados fondos. 

¿En qué situaciones puede tener participación estos contratos inteligentes?  

Un ejemplo podríamos encontrarlo en la industria de los seguros, los contratos inteligentes podrían utilizarse para llevar a cabo los pagos que se realizan al hacer efectivas las pólizas de daños, además aportaría en reducir el incumplimiento en la relación contractual entre seguro y asegurados, ya que se traduciría en un sistema más fidedigno y ágil para constatar las condiciones a las cuales se sometieron las partes y así evitar el fraude en ambas vías de la relación contractual. 

En conclusión, esta nueva Ley, aparte de ser un canal para el control y el manejo de los activos digitales nos ofrece recursos y herramientas técnicas para adentrarnos a este nuevo mundo tecnológico, donde los avances son parte del día a día y nos obligan a innovar en la aplicación de herramientas que nos faciliten el manejo de nuestros negocios, ya sea como personas naturales o jurídicas y a los abogados a involucranos en comprender esta nueva forma de hacer negocios. 

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Elaborado por: Luis Roberto Martinez.

Twitter: @ROMAR_SV