En nuestro entorno, en el sector legal, la digitalización ha tenido un auge donde ha quedado demostrado el avance y la necesidad de ella como una herramienta de trabajo que nos hace del día a día más práctico, simplificando procesos, reduciendo tiempo de trabajo, aumentando la productividad entre todos aquellos que practicamos y ejercemos esta profesión del Derecho. 

En los últimos años, la digitalización mediante su crecimiento ha llegado a tomar relevancia hasta el punto de que se ha vuelto una necesidad la modernización de los procesos, agilizando y simplificando los sistemas permitiendo a todos los participantes a reducir los tiempos de respuesta, dándole mayor accesibilidad, transparencia y eficiencia en el seguimiento de las gestiones a realizar.

La nueva generación de abogados se proyecta ante un futuro, donde la digitalización y la tecnología irá tomando mayor participación, como esa herramienta de trabajo eficaz con la que día a día nos enfrentamos a diversas situaciones que requieren de esa reacción inmediata de nuestra parte. 

Pero sacar provecho de ello, es necesario en el presente, centrar esfuerzos en capacitar adecuadamente a todos aquellos profesionales del Derecho, que en la práctica se encuentran con estos cambios. El mundo está cambiando y nosotros como sujetos practicantes también debemos evolucionar, contar con ese conocimiento necesario para el manejo de estas nuevas tecnologías, la utilización eficaz de ellas, la comprensión de los aspectos legales de la digitalización, la gestión de información, la seguridad que rodea la privacidad de la información, la nueva forma de actuar y trabajar en este mundo llamado futuro.

Actualmente en el país, la digitalización está tomando partido en distintos áreas de práctica, así como “La Firma Electrónica” regulada por la Ley de Firma Electrónica que establece la validez legal suficiente para plasmarse en los documentos legales, contratos y otros tipos de transacciones en línea; otro caso, lo que sucede con la “Factura Electrónica” en materia tributaria, su implementación se centra en el objetivo de mejorar los procesos fiscales y tributarios, así como reducir la evasión fiscal y las cargas administrativas en las empresas y así este medio permite reducir los costos y los tiempos en los trámites, a su vez implica en la mejora de los procesos empresariales. Un tercer ejemplo; sería la adopción de “Apostilla Electrónica” que recientemente ha empezado a ser utilizada. 

La digitalización y la tecnología nos dan la posibilidad de simplificar notablemente la cantidad de tiempo a invertir, llevar un control, un registro más minucioso de la información de gran importancia que manejamos los abogados, nos brinda la seguridad necesaria para resguardar dicha información. 

La digitalización está aquí, no la desaprovechemos, demos el uso correcto que se debe, como esa herramienta de trabajo de mejora, no nos quedemos atrás, que el mundo sigue en marcha y nosotros con él. 

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Elaborado por: Luis Roberto Martinez.

Twitter: @ROMAR_SV